La cirugía sigue siendo la piedra angular en el tratamiento de este cáncer. Lamentablemente, solo entre el 5% y el 20% de todos los cánceres de páncreas se pueden resecar radicalmente en el momento del diagnóstico. El tipo de cirugía depende de la ubicación del área afectada en el páncreas, el tamaño del cáncer y la necesidad de obtener márgenes de resección libres de la enfermedad. Por lo tanto, mientras en algunos casos es posible preservar el páncreas (céfalo duodeno pancreatectomía, pancreatectomía y esplenectomía distal), en otros casos la glándula pancreática debe extirparse por completo (pancreatectomía total), con la consiguiente insuficiencia pancreática y diabetes mellitus.
Ante una posible cirugía de resección, es fundamental comunicarse con los centros de referencia, lugares donde la morbilidad y la mortalidad perioperatorias se reducen al mínimo. Esto se debe, por una parte, a la especialización y la experiencia derivadas de operar una gran cantidad de casos de cáncer de páncreas y por otra, de la especialización de los diferentes profesionales que coordinan su labor conjunta (oncólogo quirúrgico, oncólogo médico, radiólogo, gastroenterólogo, endoscopista, radiólogo intervencionista, patólogo, nutricionista, endocrinólogo). Todos estos profesionales trabajan en el IEO desde su fundación y colaboran activamente para optimizar el diagnóstico y las pautas de tratamiento del cáncer de páncreas.
Los avances tecnológicos y las técnicas e instrumentos quirúrgicos mínimamente invasivos han fomentado la aplicación de una metodología laparoscópica mínimamente invasiva para el tratamiento del cáncer de páncreas. Los procedimientos como la estadificación laparoscópica y la pancreatectomía remota han demostrado su viabilidad y seguridad, y parecen ofrecer ventajas significativas en comparación con las cirugías correspondientes realizadas con acceso laparoscópico
Los efectos sobre el estado nutricional y la salud general del paciente debido a la ausencia del páncreas, como consecuencia de la resección del cáncer, se evitan con eficacia mediante una serie de recomendaciones y planes de dieta personalizados, proporcionados por el personal especializado en el momento del alta hospitalaria y durante el seguimiento posterior. Las posibles alteraciones del metabolismo producto del cáncer, incluida la diabetes mellitus, se evalúan adecuadamente y se corrigen rápidamente con el apoyo de los endocrinólogos. Ambos tipos de especialistas trabajan en el IEO y son un recurso fundamental para el manejo integral del paciente con cáncer de páncreas.
La quimioterapia adyuvante, que se administra para prevenir la recurrencia del cáncer de páncreas, representa una metodología razonable para pacientes con riesgo elevado de recaída tras la resección curativa. El tratamiento de referencia para el cáncer de páncreas avanzado a nivel local, no resecable o metastásico es laquimioterapia. En los últimos años, la optimización del tratamiento de las formas avanzadas de cáncer de páncreas ha facilitado la investigación sistemática, con una mejora en la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, en gran medida debido a las nuevas combinaciones de medicamentos de quimioterapia.
La colocación de una prótesis biliar interna por vía endoscópica (por colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, CPRE) es una alternativa viable a la cirugía paliativa para los pacientes con ictericia, con tasas de éxito de hasta el 85%, un riesgo de mortalidad bajo (entre el 1% y el 2%) y una reducción significativa en la duración del plazo de internación en pacientes afectados por cáncer de páncreas.
En los pacientes con resección gastrointestinal o pacientes que por otras razones no pueden recibir una prótesis interna, se puede considerar la colocación de un drenaje biliar externo.
El objetivo de los ensayos clínicos que se están realizando en el IEO para este tipo de cáncer es investigar la implementación de nuevos fármacos biológicos en el tratamiento del cáncer de páncreas metastásico y la quimioterapia neoadyuvante en enfermedades potencialmente resecables. Finalmente, un área de absoluta novedad es la búsqueda de marcadores moleculares del cáncer de páncreas tanto en formas esporádicas como hereditarias a nivel familiar.
Tratamiento de la metástasis del cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas es una de las neoplasias malignas más mortales, cuya morbilidad y mortalidad son cada vez mayores y no ha habido ningún avance importante en el tratamiento. La tasa de supervivencia a 5 años del cáncer de páncreas es de apenas un 6%. La razón principal de tan baja tasa de supervivencia se debe a que la gran mayoría de los pacientes presentan metástasis no resecables. Las metástasis hepáticas por cáncer de páncreas son las más comunes, e incluso después de una cirugía curativa para la enfermedad resecable, más del 62% de los pacientes desarrollarán metástasis hepáticas múltiples. La esperanza de vida de los pacientes afectados por cáncer de páncreas con metástasis hepáticas es baja.
Los cuidados paliativos han desempeñado un papel importante en los pacientes con metástasis hepáticas.
En la actualidad, la quimioterapia sistémica se considera la principal metodología de tratamiento para las metástasis hepáticas del cáncer de páncreas; además, las terapias no quirúrgicas para el hígado, en particular, la ablación por radiofrecuencia, la criocirugía y la quimioembolización transarterial, se consideran metodologías terapéuticas alternativas para las metástasis hepáticas no resecables. Sin embargo, se necesita una coordinación multidisciplinaria para asegurar la selección óptima de las modalidades de tratamiento para los pacientes con cáncer de páncreas.